Son numerosos los tipos de alergias que pueden afectar a la sociedad, y esto es porque existen alérgenos muy variados. Hay alergias a alimentos, alergias a picaduras de insecto, alergias respiratorias... De manera más concreta, se puede tener alergia al polen, alergia a los cacahuetes, alergia a la penicilina... Y podríamos seguir enumerando y añadiendo a la lista muchos más alérgenos.
Cada una de estas alergias posee unas características y unas particularidades propias. No todas manifiestan los mismos síntomas, ni tienen la misma intensidad durante todo el año, ni se pueden tratar del mismo modo. Por tanto, cada alergia es diferente y es muy importante conocer bien en qué consiste cada una para poder detectarla y tratarla debidamente.
Nuestra sociedad es propensa a padecer muchos tipos de alergias. Algunos de los alérgenos más comunes son el polen, los alimentos, los insectos, los medicamentos y el polvo de los ácaros. Si padeces, o incluso si crees padecer alguna de estas alergias, presta atención a esta pequeña guía porque te explicaremos las principales dudas que pueden surgir: qué son, qué síntomas tienen, qué gravedad pueden alcanzar, cómo puedes tratarlas y cómo puedes minimizar los riesgos de las alergias más comunes.
Tipos de Alergia
Alergia al Polen
¿Qué es el Polen?
El polen es el polvo fino y fecundante que se encuentra en los estambres de las flores. Es un término genérico para denominar al colectivo de granos microscópicos que producen las plantas con semilla. Éstos pueden contener cantidades importantes de proteínas, minerales, vitaminas y nutrientes para el desarrollo de las flores.
Por tanto, es un elemento típico e indispensable en la floración de la vegetación y que adquiere más presencia durante los meses de primavera. Y es también durante esta época cuando aumentan los casos de gente con alergia al polen. Existen diversos tipos de polen, los más habituales son las gramíneas, pero las oleas y la parietaria también tienen bastante protagonismo.

Síntomas de la Alergia al Polen
Los síntomas de la alergia al polen se suelen centrar en la vista y en el aparato respiratorio. Por lo general, hay un picor y enrojecimiento de los ojos, e incluso puede llegar a producirse conjuntivitis. Por otra parte, la congestión nasal es muy habitual en una alergia al polen, pero también se manifiestan otros síntomas como los estornudos, la tos, el picor de nariz o la dificultad para respirar. Además, la sensación de fatiga, la somnolencia o incluso el vértigo, son otros síntomas asociados con esta alergia.
Gravedad de la Alergia al Polen
Por lo general, la alergia al polen no está catalogada como un tipo de alergia demasiado grave, aunque su intensidad siempre puede variar y ser mayor o menor en función del tipo de paciente y de la cantidad de polen que haya en el ambiente.
Tratamiento de la Alergia al Polen
No se puede curar por completo la alergia al polen, ya que actualmente no existe la manera para erradicarla, pero sí que hay medicamentos para paliar sus efectos. Los más habituales son los antihistamínicos. Los antihistamínicos son unos fármacos que pueden adquirirse en cualquier farmacia y cuya misión es la de bloquear la histamina que se produce en nuestro organismo. También existen otros medicamentos, como los descongestionantes, que permiten aliviar rápidamente la congestión nasal.
Al margen de estos dos medicamentos, que sirven para minimizar los efectos cuando ya se está sufriendo la alergia, también existe otro método para anticiparse al problema: la inmunoterapia. La inmunoterapia solo se aplica en aquellos casos en los que la alergia al polen tenga un riesgo medio o elevado y se puede administrar mediante inyecciones o de manera sublingual en los meses previos a la época más dura del año, la primavera. Se trata de introducir el alérgeno en el cuerpo, siempre de manera controlada, para que el organismo ayude al sistema inmunitario desarrollando los anticuerpos pertinentes. Es el mismo proceso que llevan a cabo las vacunas. El método sublingual puede administrárselo el propio paciente y, en el caso de la inyección, es recomendable que se encargue a un profesional sanitario, pero no es exclusivo.
¿Cómo se pueden evitar o minimizar los efectos de la Alergia al Polen?
Además de los medicamentos adecuados, y siempre con un uso apropiado, se pueden tomar una serie de medidas para minimizar sus efectos, como por ejemplo evitar todo lo posible las salidas al campo o a los parques y las actividades al aire libre en los momentos de mayor polinización para así alejarse de los principales focos en los que haya polen.
No hagas ejercicio físico intenso y, siempre que salgas, protégete los ojos con unas gafas de sol y cúbrete la nariz y la boca con un pañuelo. Además, en casa debes mantener las ventanas cerradas todo el tiempo posible, ya que basta con ventilar solo durante 5 minutos al día. También es recomendable extremar la higiene, tanto limpiando el interior como lavándote las manos y la cara con más frecuencia.
Alergia a los Alimentos
¿Qué es un alimento?
Un alimento es todo aquello que comemos. Algunos alimentos son alérgenos para ciertas personas, ya que provocan un efecto negativo sobre su sistema inmunitario. Los alimentos que suelen producir más casos de alergias en la sociedad son los cacahuetes y los frutos secos en general, pero también el gluten, los huevos, el pescado o los derivados lácteos, entre otros muchos.
Es importante recalcar que una alergia alimentaria no tiene nada que ver con la digestión ni el metabolismo, sino con el sistema inmunitario. Si un alimento simplemente le sienta mal a tu sistema digestivo, y sufres vómitos o diarreas, probablemente seas intolerante a ese alimento, pero no alérgico. Padecerás alergia si tienes alguno de los siguientes síntomas.

Síntomas de la Alergia a los Alimentos
Los síntomas de una alergia alimentaria tienden a aparecer una hora después de consumirlo. Lo más habitual es que presentes alguna reacción cutánea, generalmente urticaria, y picores en la cara; sobre todo en la boca, la garganta y los ojos. Además, es posible que se te hinchen los párpados, la lengua, los labios o la cara. En un caso más extremo, tendrás dificultad para respirar.
Si tienes alergia a algún alimento, también puedes manifestar síntomas en el aparato digestivo que se evidenciarán con vómitos, náuseas, dolor abdominal o diarrea. Estos síntomas se comparten con los de una intolerancia alimentaria, que hemos diferenciado antes, pero no son exclusivos, ya que también se producen algunos de los otros síntomas que hemos enumerado antes.
Gravedad de la Alergia a los Alimentos
La gravedad de la Alergia Alimenticia puede variar, entre otros factores, en función de la cantidad de comida que se haya consumido. Un caso leve de alergia a un alimento se puede tratar simplemente con antihistamínicos. No obstante, en el caso de una alergia grave hay que acudir a una sala de urgencias para recibir atención médica. La solución pasa por aplicar una inyección de adrenalina o epinefrina. Algunos pacientes llevan consigo siempre un auto-inyectador de adrenalina por si fuera necesario.

Tratamiento de la Alergia a los Alimentos
Se pueden hacer pruebas para confirmar si una persona es alérgica a un determinado alimento, pero en la actualidad no existe un tratamiento para curar la alergia a un alimento. Por tanto, y mientras se consigue algún avance científico, los alergólogos solo pueden recomendar la eliminación de ese alimento de la dieta. No es algo sencillo, pero es la única manera de evitar que este alérgeno entre en el organismo de un paciente.
¿Cómo se pueden evitar o minimizar los efectos de la Alergia a los Allimentos?
Lo fundamental para estos casos de alergia es prestar siempre mucha atención a lo que se come. Si vas a un supermercado, lee bien la etiqueta de cada producto. En algunos casos, se especifica claramente y en grande qué contiene, pero en otros hay que ver bien la letra pequeña para evitar riesgos. A veces se indica que «puede contener trazas de...», en alusión a un alimento concreto, por tanto, si eres alérgico a ello, tampoco deberías consumirlo.
Por otra parte, los restaurantes están obligados a indicar en su carta los tipos de alérgenos que hay, o que puede haber, en cada uno de sus platos. Lo habitual y lo más práctico es hacerlo a través de una leyenda, pero los establecimientos pueden hacerlo como quieran, siempre que lo indiquen claramente.
Además, si viajas al extranjero, especialmente si hablan un idioma que no domines, es recomendable que lleves una nota escrita explicando claramente qué es lo que no puedes comer, para asegurarte de que no consumes un alimento al que tengas alergia. Por tanto, debes prestar siempre mucha atención y, si tienes alguna duda con un alimento concreto, lo mejor que puedes hacer es optar por no consumirlo para evitar riesgos innecesarios. También es muy útil utilizar una pulsera de alerta médica para alérgicos. Así te podrás hacerte entender mejor.
Alergias a Picaduras de Insectos
¿Qué es la Picadura de un Insecto?
Un insecto es una clase de animal invertebrado y algunos de ellos pueden picar por diferentes motivos. La cuestión es que la picadura de ciertos insectos, principalmente la de los himenópteros, que es una familia que incluye a las abejas y las avispas, puede producir una reacción alérgica cuando pican a determinadas personas.
Esta picadura podría definirse como una pequeña lesión causada por la penetración en la piel de la boca o aguijón del insecto, ya sea para introducir un veneno - algo que hacen las avispas, las abejas o las arañas - o para absorber la sangre de la que se alimentan - es decir, los mosquitos, las pulgas, las chinches o las garrapatas. El riesgo de picaduras de insecto está presente durante todo el año, no obstante, durante los meses de primavera y verano son más habituales, y los insectos pueden picar tanto a personas con alergia como a las que no la tengan.

Síntomas de la Alergia a la Picadura de Insectos
Por lo general, los síntomas son dérmicos, se producen solamente en la zona de la piel que rodea la picadura y aparecen a partir de los 20 minutos. En el caso de una alergia a la picadura de un insecto, los síntomas más habituales son las inflamaciones, los edemas, los enrojecimientos y los picores. También puede manifestarse fiebre, estornudos y mucosidad nasal, pero la mayoría de síntomas se ven reflejados en la piel.
En un caso grave, se puede llegar a producir una dificultad respiratoria o la pérdida de la conciencia. A esta reacción se la conoce como anafilaxia y, si no se trata rápidamente, la vida de la persona afectada puede correr peligro.
Gravedad de la Alergia a la Picadura de un Insecto
Lo más habitual es que una alergia a la picadura de un insecto, por ejemplo de una avispa o de una abeja, no implique una situación grave, ya que suele manifestarse de forma dérmica. No obstante, si la situación alcanza un punto muy negativo, se puede llegar a producir una anafilaxia, es decir una dificultad respiratoria o la pérdida de la conciencia en la persona alérgica.
Solo en estos casos se puede requerir atención médica urgente ya que el riesgo de fallecimiento aumenta cuanto más tiempo pase desde la picadura. Además, si el paciente es muy propenso a sufrir este tipo de problemas respiratorios, más en el caso de acercarse a un entorno de riesgo, puede llevar una pulsera para alérgicos para alertar a otras personas de su problema, por si se llegara a producir.
Tratamiento para la Alergia a la Picadura de Insectos
En el caso de que se produzca una picadura de insecto, basta con que el paciente se administre un medicamento antihistamínico.
Este fármaco puede tomarlo por vía oral o tópica; si es de la segunda manera se tratará de una crema y deberá aplicarla sobre la zona afectada. Lo más habitual es que la reacción desaparezca en un plazo aproximado de 48 horas. Solo en el caso de una verdadera urgencia puede administrarse epinefrina, para reducir la respuesta alérgica del organismo, u oxígeno, para ayudarle a respirar mejor.
¿Cómo se pueden evitar o minimizar los efectos de la Alergia a los Ácaros del Polvo?
Si tienes alergia a la picadura de un insecto, debes tener en cuenta una serie de consejos para minimizar riesgos. He aquí un pequeño listado:
- No uses perfumes ni lacas, ya que estos olores atraen a las abejas y a las avispas.
- Evita caminar descalzo sobre la hierba, ya que puede haber insectos en el suelo. Lo mejor es que lleves siempre calzado.
- Si tienes alergia a las picaduras de insecto, trata de no llevar colores oscuros, es mejor vestir siempre colores claros para no atraerlos y es importante cubrirte la mayor parte del cuerpo para estar mejor protegido ante cualquier picadura.
- No destruyas ningún nido de insectos, ya que de hacerlo te convertirías en su enemigo y tratarían de vengarse como mejor saben hacerlo: picándote. Solo en el caso de que sea estrictamente necesario, por ejemplo si están en tu propiedad, contrata a un fumigador para que se encargue de ello. Si estás en el campo o en un espacio natural, lo mejor que puedes hacer es simplemente alejarte.
- En el caso de que veas que un insecto se posa sobre tu cuerpo o que está muy cerca de ti, no hagas aspavientos. Debes permanecer quieto y solo hacer movimientos lentos. Sino lo asustarías, se sentiría amenazado y podría picarte.
- Utiliza repelentes de insectos para la piel, este es un gran consejo para todos aquellos que sufran una alergia a las picaduras, sobre todo si vas a ir a un lugar en el que proliferen estos animales.
- Instala mosquiteras en tu vivienda, puedes colocarlas tanto en las puertas como en las ventanas. Se trata de una medida sencilla y muy práctica que beneficia a aquellas personas con alergia a las picaduras de insecto. Si no las instalas, al menos debes cerrar las ventanas, sobre todo cuando tengas luces encendidas porque eso atrae a los insectos. Y no ventiles las habitaciones en exceso para vetar su paso en la medida de lo posible, basta con hacerlo 5 minutos al día.

Estas son solo algunas medidas que puedes poner en práctica para evitar exponerte a la picadura de un insecto, y es algo muy recomendable en aquellas personas que padezcan este tipo de alergia.
Alergia a los Medicamentos
¿Qué es un medicamento?
Un medicamento es una sustancia farmacéutica que sirve para curar, para prevenir una determinada enfermedad o para reducir ciertos efectos sobre el organismo. Por tanto, se trata de un producto destinado a velar por la salud de un paciente. Sin embargo, algunos medicamentos contienen un elemento determinado que provoca una alergia en ciertos pacientes. Los medicamentos que están asociados a este tipo de alergia suelen ser los antibióticos, como por ejemplo la penicilina; los analgésicos, como el ibuprofeno o la aspirina; y los fármacos para tratar la quimioterapia contra el cáncer.
Es importante indicar que no es lo mismo una alergia a un medicamento que un efecto secundario producido por éste. La alergia es una reacción del sistema inmunitario, mientras que el efecto secundario es una reacción que produce el propio fármaco, que puede ser, entre otros, la sensación de fatiga o la somnolencia. Y tampoco hay que confundir la alergia a un medicamento con su toxicidad, ya que esta última está asociada con la sobredosis del fármaco.

Síntomas de la Alergia a un Medicamento
Cuando un paciente tiene alergia a un medicamento pueden producirse diversos síntomas. Algunos de estos signos son dérmicos y se manifiestan en forma de urticaria, de erupción cutánea o de hinchazón. Pero no son síntomas exclusivos, ya que también pueden afectar al aparato respiratorio, produciendo un moqueo constante o la sensación de falta de aire. Además, hay otros síntomas asociados con la alergia a un medicamento, como la fiebre, el picor de ojos o incuso la anafilaxia.
Gravedad de la Alergia a un Medicamento
Cuando una persona que tiene alergia a un medicamento sufre sus consecuencias, padece síntomas molestos, pero con una gravedad leve y fácilmente controlable. Aunque en función de la intensidad y del tipo de medicamento al que el paciente tenga alergia, se puede llegar a producir una situación angustiosa como la sensación de falta de aire o, lo que es peor, la anafilaxia.
Tratamiento de la Alergia a los Medicamentos
Curiosamente, estamos hablando de medicamentos para tratar la alergia a otros medicamentos. No existe un tratamiento concreto, pero en algunos casos sí que se pueden buscar alternativas.
Es importante que el médico sea la única persona que prescriba qué medicamento deba consumir el paciente, ya que lo hará con juicio y valorando el estado y la situación de la persona con alergia. Nunca, y bajo ningún concepto, te debes auto-medicar.
En el caso de que el paciente sufra una anafilaxia, debe acudir cuanto antes a un centro de urgencias médicas para que le administren oxígeno o epinefrina, aunque también existen auto-inyectadores, que es una garantía de rapidez en el tratamiento extremo para una persona con alergia a un medicamento.
¿Cómo se pueden evitar o minimizar los efectos de la Alergia a los Medicamentos?
Para minimizar los efectos de la alergia a un medicamento es importantísimo seguir una serie de pautas:
- informar siempre a tu médico sobre si tienes el conocimiento de que algún fármaco actúe como alérgeno en tu organismo.
- Nunca debes auto-medicarte
- Siempre debes consumir los fármacos siguiendo las recomendaciones estrictas de un profesional sanitario.
- Y, por último, debes leer con atención todos los prospectos médicos para asegurarte de que el fármaco no vaya a producir ninguna reacción negativa en tu cuerpo. En caso de duda, es mejor consultarlo.
- También puedes llevar contigo un auto-inyectador de adrenalina o epinefrina, por si se diera un caso extremo, es decir, por si se produjera una ataque anafilactico.
Alergia a los Ácaros del Polvo
¿Qué son los Ácaros del Polvo?
Hay una creencia popular a pensar que se le puede tener alergia al polvo, pero no es así, ya que el polvo en sí no provoca ninguna reacción alérgica, como mucho puede causar una reacción irritativa pequeña pero que nunca llega a activar el sistema inmunológico. Lo que sí que está catalogado como alérgeno son los ácaros del polvo.
Pero ¿qué son los ácaros del polvo? Para entenderlo, primero hay que comprender qué son los ácaros. Los ácaros son unos insectos microscópicos de la familia de los arácnidos, algunos de los cuales viven en las partículas de polvo. Los ácaros necesitan unas condiciones ambientales muy concretas para sobrevivir, que se pueden resumir en que no les dé el sol directamente, que no haya sequedad, que la humedad ronde el 70% y que la temperatura oscile en torno a los 21 grados. Estas condiciones son más fáciles de producirse en una zona interior, como por ejemplo en una casa, y no en un área exterior.

En una casa, aunque también se limpie con cierta regularidad, es muy habitual que se vaya acumulando polvo. Y los ácaros encuentran en esas partículas de polvo un lugar ideal en el que asentarse. Esos ácaros que están en el polvo son los alérgenos.
Síntomas de la Alergia a los Ácaros del Polvo
Los principales síntomas que producen los Ácaros del Polvo son respiratorios. Éstos se traducen en asma, que se asocia con la dificultad para respirar; y en rinitis, que es una inflamación del revestimiento mucoso de la nariz que causa congestión nasal, estornudos o picores. Sin embargo, también se pueden manifestar otro tipo de síntomas, como por ejemplo la conjuntivitis en los ojos o la dermatitis en la piel.
Estos síntomas se manifiestan con mayor frecuencia en primavera y en otoño, ya que son las épocas en las que los ácaros tienden a florecer más.
Gravedad de la Alergia a los Ácaros del Polvo
La alergia a los ácaros del polvo es una patología leve, aunque no por ello hay que descuidarla. En el peor de los casos, se puede producir una complicación respiratoria, por eso hay que estar precavido. Si sufres alergia a los ácaros del polvo, no está de más que lleves un inhalador siempre contigo porque más vale prevenir que curar. Y, si te sucede algo así y no tienes ningún inhalador a mano, necesitarás la ayuda urgente de un servicio médico. Lo más probable es que te administren oxigeno para que vuelvas pronto a la normalidad.
Tratamiento de la Alergia a los Ácaros del Polvo
No se puede curar de manera definitiva la alergia a los ácaros del polvo, pero sí que se pueden tratar sus efectos negativos.
- Si el problema es respiratorio, necesitarás un inhalador o que te administren oxígeno. En cualquier caso, y pase lo que pase, es importantísimo que mantengas la calma porque si tu organismo está demasiado agitado, te costará más respirar con normalidad.
- Si el problema es ocular y padeces conjuntivitis, es decir que se te inflama el ojo, debes evitar frotártelo. Además, es muy recomendable que acudas a una farmacia y adquirir un colirio para reducir la inflamación, unas lágrimas artificiales para hidratar el ojo o unos antihistamínicos para frenar los efectos de la alergia.
- Y, por último, si el problema es dérmico, tendrás que hacer frente a la alergia con una crema especialmente diseñada para ese fin.
¿Cómo se pueden evitar o minimizar los efectos de la Alergia a los Ácaros del Polvo?
Es importante mantener una serie de hábitos, sobre todo en tu casa, para minimizar los efectos negativos de la alergia a los ácaros del polvo. La mayoría de ellos tiene que ver con la higiene y la limpieza, por ello debes lavar la ropa de cama al menos una vez por semana, pasar la aspiradora con cierta regularidad y limpiar el polvo antes de que se acumule una pequeña capa.
Al margen de eso, y con el fin de mermar las consecuencias respiratorias de la alergia a los ácaros del polvo, puedes retirar las alfombras de tu casa, ya que éstas son un nido de ácaros del polvo, e intentar mantener el nivel de humedad ambiental por debajo del 50%. Para ello, es recomendable tener un deshumidificador en tu vivienda.
En lo referente a los problemas oculares, se sugiere no maquillarse los ojos, especialmente si tienes o si crees que puedes tener conjuntivitis, ya que es importante que no haya ningún elemento ajeno que entre en contacto o que se acerque a los ojos. Y también es aconsejable refrescarse los ojos con agua limpia y fresca de manera frecuente.
Y para evitar los problemas dérmicos, siempre puedes utilizar cremas corporales y faciales como medida de prevención, pero solo lograrás minimizar los efectos, no evitarlos.
Cuidarte si tienes algún Tipo de Alergia
En resumen, nunca está de más someterte a una serie de pruebas médicas para confirmar si sufres algún tipo de alergia, ya sea alguna de las que acabamos de enumerar o cualquier otra. Sobre todo si crees que puedes padecer alguno de sus síntomas. Cuanto antes trates una alergia, mejor podrás controlar y minimizar sus efectos negativos sobre tu organismo.
Como hemos dicho, por lo general los efectos de una alergia tienen una gravedad leve, pero siempre se puede dar un caso de mayor intensidad que tenga unas repercusiones muy negativas. En cualquier caso, lo que debes hacer es ser muy precavido y cambiar una serie de hábitos de tu vida para que de ese modo tu sistema inmunitario no tenga las defensas bajas.
Si por ejemplo sufres alergia al polen, ten más cuidado durante los meses de primavera, si tienes alergia a algún alimento concreto, asegúrate bien de que lo que comes no lo contiene, y si padeces alergia a un medicamento, lee con atención cada prospecto médico o consúltalo con un especialista sanitario.
Y, especialmente, debes hacer mucho caso a los médicos alergólogos, ya que ellos te darán las pautas necesarias para velar por el bien de tu organismo; y cuando tomes cualquier medicamento, hazlo siguiendo siempre las recomendaciones médicas y nunca auto-medicándote. Es muy importante estar bien informado, pero si quieres que tu organismo rebose salud, debes seguir todos estos consejos para hacer frente a cualquier alergia de la mejor manera posible y para que tu sistema inmunitario esté preparado con las mejores defensas.