¿Qué es la Alergia?

Alergias

Preguntas y Respuestas sobre las alergias

Las alergias son reacciones anormales del sistema inmunitario de una persona ante determinadas sustancias y elementos que proceden del exterior, y ante las que otra gran parte de la población no reacciona de manera negativa. Hay numerosos elementos por los que una persona puede sufrir una reacción alérgica, los síntomas que éstos producen en el organismo son muy diversos y además varían en función de aspectos como el grado de intensidad.

Por tanto, y para entender mejor todo aquello que esté relacionado con las alergias, he aquí un listado con preguntas y respuestas frecuentes sobre las alergias.

¿Qué son las alergias?

Explicado de una manera más detallada, las alergias son una reacción natural del sistema inmunitario ante una sustancia o ante un alimento determinado, es decir, ante un alérgeno. Se considera alergia cuando a una persona le provoca una reacción, pero al resto y a la mayoría de personas no.

Pero, ¿cuáles son esas reacciones? ¿en qué pueden consistir o cómo se manifiestan? Las reacciones son muy variadas y los síntomas van desde estornudos frecuentes hasta escozor de ojos o irritaciones cutáneas. No a todas las personas alérgicas les afecta de la misma manera ni con el mismo grado de intensidad, además varían en función de a qué elemento se sea alérgico, es decir, al alérgeno en concreto. No obstante, hay patrones comunes.

¿Qué son los alérgenos?

Los alérgenos son todo aquello que provocan las alergias a una persona. Existen diversos tipos de alérgenos, no solo por el elemento concreto, sino también por la categoría o la forma de transmisión del mismo. Estos son los alérgenos más habituales:

Alérgenos aéreos

Como su propio nombre indica, son aquellos elementos que están en el aire y que provocan algún tipo de reacción alérgica. En esta división se incluyen, por ejemplo, los ácaros del polvo o el pelo de las mascotas.

Ácaros

Alimentos

Hay muchos alimentos que pueden provocar una reacción alérgica en las personas, los más habituales son los frutos secos, sobre todo los cacahuetes, y el gluten; pero la leche, los huevos o el pescado, entre otros, también pueden provocar alergias en muchas personas de la sociedad.

Alergia a los alimentos

Picaduras de Insectos

Ciertas personas sufren alergias ante la picadura de algunos insectos, especialmente en el caso de las abejas y de las avispas, ya que su veneno les provoca una reacción negativa en su organismo.

Alergia a la picadura de insectos

Medicamentos

La penicilina es uno de los medicamentos que, estadísticamente, pueden provocar una reacción alérgica. Ese es uno de los motivos por los que un prospecto médico siempre debe incluir ese tipo de información.

Materiales

El contacto físico puede provocar alergias, es decir, que basta con tocar un determinado material para sufrir los efectos de un alérgeno. El látex es el material más propenso a provocar alergias.

Por tanto, es fundamental saber si sufres alguna alergia y, en ese caso, saber a qué para tener más precaución con ese alérgeno en concreto. Por ejemplo, debes leer siempre las etiquetas de los alimentos que compres en un supermercado y prestar atención a la carta de alérgenos en los restaurantes, así evitarás comer ciertos alimentos, e incluso las trazas de los mismos. También debes leer con atención los prospectos de las medicinas, evitar determinados entornos y tocar ciertos materiales.

Por lo general, siempre existe alguna alternativa para que, a pesar de tus alergias, puedas llevar a cabo tu vida con total normalidad. Por ejemplo, puedes consumir otro alimento que no te provoque una reacción alérgica, alejarte de zonas con muchas avispas o abejas, o sustituir los objetos fabricados con látex por otros hechos con un material diferente.

¿En qué se diferencian las alergias de las intolerancias?

Mucha gente tiende a confundir estos dos conceptos, sobre todo cuando hay alimentos de por medio. En realidad, las alergias y las intolerancias comparten algunas similitudes, pero no son exactamente lo mismo. Podemos diferenciarlas de la siguiente manera:

Las alergias son las reacciones que provoca el organismo al entrar en contacto con un alérgeno. Cuando se produce esto, el organismo identifica a esta sustancia como una amenaza y trata de defenderse ante ella. Por tanto, las alergias están relacionadas con el sistema inmunitario. En cambio, las intolerancias son la imposibilidad del organismo de digerir o de procesar un alimento o un compuesto alimenticio concreto. Por tanto, los intolerancias tienen que ver exclusivamente con el metabolismo de cada individuo.

También hay gente que puede llegar a confundir los resfriados con las alergias, ya que comparten algunos síntomas, como por ejemplo los estornudos. No obstante, también hay otros factores que los diferencian, véase la fiebre en el primero de los casos. La manera de tratar cada una de estas patologías es totalmente diferente, por ello, y para estar seguros, hay que consultarlo con el médico alergólogo y someterse a una prueba para confirmar si se padece algún tipo de alergia o si por el contrario es un mero resfriado.

¿Qué síntomas pueden tener las alergias?

Los síntomas que pueden provocar las alergias son muy diversos, pero siempre varían en función del tipo de alérgeno y de la intensidad con la que afecte a cada individuo. Las alergias al polen, que son unas de las más comunes en la sociedad, se suelen manifestar con síntomas como el escozor y el enrojecimiento de los ojos, la congestión nasal, la dificultad para respirar, los estornudos frecuentes y la constante sensación de cansancio.

En el caso de algunos alimentos, como por ejemplo en el de los cacahuetes o los lácteos, se pueden producir reacciones cutáneas, como la aparición de ronchas, y también problemas digestivos, como la diarrea y los vómitos. En un caso muy extremo, puede llegar a producirse un problema respiratorio grave e incluso la muerte. Pero recalcamos que esto solo ocurre en un caso extremo y que está muy lejos de ser lo habitual.

¿Qué peligros entrañan las alergias?

Como bien acabamos de decir, el caso más extremo de las alergias puede llegar a provocar la muerte de una persona. Pero los peligros más habituales se traducen en una simple y leve merma de las defensas del organismo, ya que el sistema inmunitario se ve sobrepasado por los alérgenos que interactúan en él. Cuando las personas que sufren sus efectos ven afectado su sistema inmunitario, tienden a padecer molestias en los ojos, a estornudar con frecuencia y a tener una sensación de cansancio y de agotamiento constante. Es decir, casi siempre son síntomas leves, pero que aún así se pueden tratar con determinados medicamentos y con la ayuda de profesionales sanitarios para así reducir sus efectos. Por tanto, en la mayoría de los casos no son grandes peligros, pero sí algo que se debe frenar con el fin de paliar sus efectos. Hay algunas veces que las alergias si comportan un riesgo real y grave para la vida de la persona que la padece.

¿Cuándo se manifiestan los síntomas de las alergias?

En el caso de las alergias al polen, esto es algo que solamente ocurre durante unos meses a lo largo del año, concentrándose con mayor intensidad durante los meses de primavera y coincidiendo con la época de floración de estos elementos. En la propia primavera, cuando llueve se produce un descenso en la cantidad de polen en el aire, pero esto es solo la calma que precede a la tormenta, dicho de manera metafórica, porque inmediatamente después vuelve a producirse un aumento más pronunciado en la cantidad de estas plantas y polvos. Pero, por lo general, apenas se notan los efectos de las alergias de este tipo en otras épocas del año, algo que es prácticamente nulo durante las semanas más frías de otoño y de invierno.

Alergia al polen

Sin embargo, las alergias a otro tipo de elementos son constantes durante todo el año. Hay personas que son alérgicas al pelo de los animales, a las picaduras de avispas, a algunos materiales como el látex o a algunos alimentos, como los frutos secos o el huevo. Y todos estos son riesgos que pueden estar presentes en cualquier momento. No obstante, también existen alternativas para no sufrir sus síntomas.

¿Quiénes padecen alergias en la sociedad?

Se calcula que entre el 25 y el 30% de la población sufre algún tipo de alergia. Lo más habitual es que el sistema inmunitario comience a manifestar síntomas en personas a partir de los 5 años. Antes es raro. Y prácticamente no se manifiestan síntomas nuevos a partir de los 60 años, ya que en ese momento el organismo ha creado muchos anticuerpos a lo largo de su vida. Al margen de ese rango de edad en los que somos más propensos a que nuestro organismo manifieste una alergia nueva, entre los 5 y los 60 años, también cabe destacar el dato de que la mayoría de los casos se detectan durante la adolescencia y en personas jóvenes.

No obstante, y a pesar de estos datos y de que la edad esté relacionada con la aparición de más o menos casos, las alergias pueden aparecer a cualquier momento de la vida. Y también cabe recalcar que el diagnóstico de alergias también se relaciona con la edad en función de su tipología. Por ejemplo, las alergias alimenticias tienden a aparecer en niños y adolescentes, incluso en bebés, mientras que las alergias ocupacionales, es decir, las que se relacionan con el trabajo, son más propensas a darse en gente adulta. Éstas últimas suelen asociarse con alérgenos respiratorios y materiales.

Los casos de alergias son aún más numerosos en los países desarrollados y, sobre todo, en las grandes ciudades. ¿Pero esto a qué se debe? No está totalmente confirmado por qué puede haber más alergias en estas zonas, pero es evidente que la influencia de determinados factores tiene que ver mucho en estas cifras. Por ejemplo, la contaminación atmosférica de las grandes ciudades frente al aire limpio que se respira en las zonas rurales, influye en el número de casos de personas alérgicas en la sociedad. Asimismo, los hábitos que se llevan a cabo, como por ejemplo pasar mucho tiempo en entornos cerrados, con poca ventilación natural y con aire acondicionado, no son igual de sanos para nuestros pulmones que los espacios al aire libre. Los primeros tienden crean entornos que fomentan la aparición y el crecimiento de mohos y ácaros del polvo, mientras que los segundos suelen brindar una calidad del aire que se respira mucho mejor, al menos se renueva de manera natural y con más frecuencia.

También existen otros factores que pueden estar relacionados con el aumento de las alergias en nuestra sociedad; por ejemplo el consumo de tabaco, ya que algunas alergias se asocian con problemas respiratorios; y también con la ausencia de exposición a gérmenes durante la infancia, ya que durante los primeros años de vida es cuando se desarrolla el sistema inmunitario, que es precisamente el que evita o el que permite la aparición de alergias. Y la sobreprotección no ayuda a crear defensas.

Teniendo en cuenta todos estos factores, y sin ser algo definitivo, podríamos sacar la conclusión de que ciertos hábitos influyen en la inmunidad de nuestro organismo. Algunos podemos controlarlos o modificarlos en mayor medida, pero tanto lo que respiramos, como lo que comemos, o la sobreprotección a la que nos exponemos desde la infancia, delimitan la acción de ciertos alérgenos respiratorios.

No obstante, también influyen los factores genéticos en el caso de las alergias alimenticias. Existen un 50% de posibilidades de padecer alergias cuando uno de los progenitores también sufre una concreta, y un 70% de posibilidades en el caso de ambos padres; pero la comunidad científica y médica no puede confirmar con total certeza por qué hay personas más propensas a padecer alergias que otras.

¿Están aumentando los casos de alergias?

Los expertos vaticinan que, con todos estos factores y hábitos de vida de nuestra sociedad, los números de pacientes alérgicos aumentarán considerablemente en la próxima década. De hecho, desde el inicio del siglo XXI se ha producido un crecimiento moderado, pero constante, en el caso de personas alérgicas a determinados alérgenos.

Aún estamos a tiempo de evitar el número de pacientes y de reducir la intensidad de las alergias futuras, pero para ello tenemos que modificar determinadas conductas en la rutina de la sociedad. Por ejemplo, no ser extremadamente precavidos con el contacto de los niños con los gérmenes, erradicar el consumo de tabaco o buscar entornos abiertos y con un aire limpio que respirar.

Esto no es algo que consiga erradicarlas por completo, pero sí que puede evitar un aumento descontrolado en el número de personas que sufran alergias y también el grado de intensidad con la que afecten a cada paciente.

¿Cómo se pueden diagnosticar las alergias?

Aquellas personas que noten alguno de los síntomas que se han enumerado en este artículo, como por ejemplo el enrojecimiento y el picor de ojos, los estornudos o la tos frecuentes, el cansancio físico constante, las irritaciones o las inflamaciones cutáneas... Quizá padezcan algún tipo de alergia sin saberlo. En ese caso, lo mejor es solicitar cuanto antes una cita con un médico alergólogo para así salir de dudas y ponerle remedio, siempre que fuera necesario.

Este profesional sanitario te hará una serie de preguntas, como por ejemplo qué síntomas tienes, cuándo y con qué frecuencia se producen, si tienes alguna mascota o si estás en contacto habitual con algún animal, si crees que el consumo de algún alimento en concreto puede estar relacionado con todo esto... Además, tendrá en cuenta la época del año en la que nos encontremos, ya que en primavera es mucho más habitual el incremento y la acentuación de casos de alergias por el polen.

En cualquier caso, y para salir de dudas, el médico alergólogo puede someterte a dos tipos de pruebas para comprobar si sufres alergias:

Test de Alergia por Análisis de Sangre

Consiste en un análisis de sangre en el que se detecta si tu organismo produce inmunoglobulinas específicas, es decir, algún tipo de anticuerpos concreto del alérgeno o de los alérgenos de los que se sospeche. Para ello, es necesario extraerte una muestra de sangre para su posterior análisis en un laboratorio antes de saber los resultados.

Análisis de Sangre

Test de Alergia sobre la piel

Este tipo de prueba es más habitual que la anterior y su proceso es bastante sencillo. Consiste en depositar una gota de varios tipos de alérgenos sobre la piel de un paciente, por lo general se hace en el brazo, y hay que presionar sobre ésta con un instrumento médico llamado lanceta. De esta manera, se puede comprobar si existen alergias ante determinados elementos.

Al cabo de unos minutos, y en el caso de no producirse ninguna alteración en la piel, se determinará que el paciente no sufre ningún tipo de alergia, al menos a los alérgenos a los que se le ha sometido. Sin embargo, si se produce alguna reacción cutánea, como un enrojecimiento, una inflamación o una hinchazón, el médico alergólogo diagnosticará una o varias alergias. Y, en función del grado de estos efectos, determinará una intensidad mayor o menor.

Test de alergia sobre la piel

Se pueden realizar este tipo de pruebas de alergias para evaluar el grado de inmunidad que brinda el organismo ante cualquier elemento, por ejemplo, ante el pelo de los perros, el pelo de los gatos, el polvo, el polen, los frutos secos, etc... Por lo general, hay una serie de alérgenos pre-establecidos como los más habituales, y son los únicos que se analizan salvo que se diga lo contrario. No obstante, si el médico especializado en alergias considera oportuno comprobar otro tipo de alérgeno, se puede hacer la prueba pertinente para así salir de dudas.

¿Qué tratamientos existen para las alergias?

Existen diversos tratamientos para prevenir y para minimizar las alergias, no son infalibles, pero sí bastante efectivos. Estas son algunas de las formas existentes para combatir diferentes tipos de alergias:

Antihistamínicos

Son los medicamentos más habituales del mercado, la mayoría se pueden obtener sin receta médica y en una farmacia, aunque estas reglas están cambiando recientemente. Los antihistamínicos bloquean la histamina, que es la sustancia química que provoca los síntomas de las alergias, y la liberan.

Hay varios tipos de antihistamínicos para tratar las alergias, desde píldoras y aerosoles, hasta gotas para los ojos. Hay que tener en cuenta que no se puede abusar de este tipo de medicamentos y que siempre hay que consumirlos teniendo en cuenta las indicaciones del prospecto.

Además, tampoco se debe olvidar que pueden producir algunos efectos secundarios como la somnolencia o el dolor de cabeza, esto es importante considerarlo en función de las actividades que se vayan a llevar a cabo después, por ejemplo, la conducción.

Descongestionantes

Los descongestionantes son unos medicamentos contra las alergias que brindan un alivio rápido y temporal. Éstos minimizan la congestión nasal y alivian los senos paranasales, de modo que ayudan a combatir algunos de los síntomas que provocan las alergias. Podemos encontrar descongestionantes en forma de píldoras, de líquidos, de aerosoles y de gotas nasales.

Congestión Nasal

Corticoides

Estos medicamentos ayudan a reducir las inflamaciones relacionadas con las alergias. Se pueden encontrar en forma de aerosoles nasales, de inhaladores, de gotas oculares, de píldoras y de cremas para la piel.

Dermatitis

Inhibidores de leucotrienos

Este medicamente contra las alergias también se encarga de aliviar sus síntomas, pero es más potente que los anteriores y solo se puede obtener en una farmacia presentando una receta médica.

Inmunoterapia con alérgenos

Este tipo de tratamiento contra las alergias se aplica únicamente bajo prescripción médica, en aquellas personas que sufran problemas de intensidad media o elevada y cuyo alérgeno sea más difícil de evitar.

Es decir, si el paciente es alérgico a un determinado alimento, que es algo que puede esquivar simplemente no comiéndolo, no necesita la inmunoterapia; pero si es alérgico a un elemento que respira, como los ácaros del polvo o el polen, sí que puede necesitar este tratamiento contra las alergias.

La inmunoterapia se puede administrar mediante inyecciones y durante los meses previos a la época más peligrosa; o mediante un proceso sublingual, colocando una tableta o unas gotas debajo de la lengua, también durante un periodo previo para inmunizar parcialmente el organismo y darle un margen de tiempo necesario para preparar sus defensas. Este tratamiento incluye extractos de diferentes alérgenos y sigue unos patrones similares a los de una vacuna: introducirlos en el cuerpo de manera controlada con el fin de que el organismo desarrolle anticuerpos que le hagan frente.

Inyección de Adrenalina de Emergencia

La epinefrina o adrenalina, es un tratamiento que solamente se administra en casos de vida o muerte, por ejemplo, si has ingerido cacahuetes o te ha picado una abeja o una avispa, siendo alérgico a estos elementos. Según cada caso, puedes necesitar una dosis o incluso dos de epinefrina.

Inyección de Adrenalina para alérgicos

Lo más importante es que no te auto-mediques nunca, siempre debes consultar con un médico alergólogo qué medicamentos tomar o a qué tratamientos someterte; o incluso con un farmacéutico siempre que te hayan diagnosticado previamente alguna o varias alergias.

¿Cómo prevenir y minimizar los efectos negativos de las alergias?

No se puede prevenir de manera absoluta, pero si se llevan a cabo una serie de consejos o hábitos se pueden reducir algunos de los efectos de las alergias. Por ejemplo, si te expones a alérgenos respiratorios, puedes intentar respirar un aire más puro durante todo el año, para ello es recomendable dar paseos por parques o por el campo y evitar el uso de sistemas de aire acondicionado. También se puede utilizar un purificador de aire para tener mejor calidad de aire en casa.

En el caso de las alergias a alimentos, es necesario prestar mucha atención a las etiquetas de aquellos alimentos que compras en las tiendas y a las cartas de los menús en los restaurantes. A veces comunicar nuestras alergias o las de nuestros hijos a los camareros o dependientes no es fácil. Y más cuando estamos de viaje y tenemos que hacerlo en otro idioma. Para esto nos puede ayudar el uso de una pulsera de alérta médica para alérgicos. Cuando un camarero vea que llevas este tipo de pulseras, se tomará mucho más en serio tu alergia y prestará más atención a lo que le estás diciendo. También se puede grabar el nombre de la alergia en el idioma del país al que vas a viajar.

Por ley, los productores de alimentos están obligados a indicar qué ingredientes contienen; y los establecimientos de hostelería a matizar en su carta cualquier alérgeno que esté o que pueda estar presente en cada plato. Es decir, hasta las trazas de los mismos. En caso de duda ante un alérgeno, es conveniente preguntar antes de consumir un alimento, o directamente no hacerlo para así evitar riesgos.

La precaución ante los efectos de las alergias también se manifiesta en aquellos medicamentos a los que podamos ser alérgicos, por tanto, es muy importante leer siempre los prospectos médicos, ya que podemos tratar un problema creando otro.

Y, en el caso de las alergias a las picaduras de insectos, es fundamental evitar aquellos entornos en los que puedan estar presente de manera numerosa. Esto no impide ir, por ejemplo, a un pinar para merendar, pero sí que obliga a alejarse todo lo posible de una colmena de abejas, ya que establecer un perímetro de seguridad es importante.

No obstante, en el caso de aquellas personas más vulnerables, no está de más llevar un brazalete o pulsera de alerta médica para advertir a los demás de las alergias, y tampoco lo está salir a la calle con suficiente batería en el teléfono móvil, por si fuera necesario hacer una llamada de emergencia.

Asimismo, tratarse con algunos medicamentos, como por ejemplos los antihistamínicos, ayuda a minimizar los efectos de las alergias. Pero siempre hay que hacerlo con la debida prudencia y siguiendo las recomendaciones establecidas por los profesionales y sin abusar de ellos.

En resumen, las alergias se pueden manifestar de diversas formas, siempre en función de la intensidad con la que afecten al sistema inmunitario de cada individuo. La clave está en detectar las alergias lo antes posible, siempre con el diagnóstico de un alergólogo, y tratarlas como sea debido.


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